LA
SONRISA DEL HOMBRE
¿Os habéis dado cuenta? Sólo del hombre es el
privilegio de la sonrisa.
Mira que el sol
calienta, da salud, hace germinar las plantas... su misión es muy grande. Sin
él, el mundo no podría existir, pero... ¿sonríe? No, aunque él alimenta el día
del universo.
Cuando el
hombre sonríe, es más grande que el sol. Es expresión, es dulzura, es alegría,
es amor. Es algo que el sol, por muy astro que sea, por muy grande que sea, no
tendrá nunca.
¿Sonríen las
plantas, las flores? Tampoco. Alimentan al hombre, le cobija su sombra,
embellecen los montes y los campos, perfuman las flores con aromas deliciosos.
Pero ¿sonríen...? No. Tienen para mí ante el hombre más influencia que el sol.
No sonríen pero pueden hace sonreír al hombre, por su belleza, por su aroma,
por su sombra...
Mirad los
animales, el pájaro, el felino, el pez ¿sonríen ... ? No. Al hombre pueden
hacerle sonreir, pero jamás se dibujará en su rostro la sonrisa.
Mirad el mar,
el valle, la montaña, el cielo, las estrellas... Son hermosos y pueden ser
inmensos o estar llenos de majestuosa estampa. Pero no pueden sonreír,
aunque también pueden provocar en el hombre, la sonrisa de placer.
Por eso, yo
pido al hombre que sonría, que haga uso de ese privilegio exclusivo creado para
él. Si el hombre sonriera más, habría en su mirada la pureza del niño, la paz
en la conciencia, el entendimiento con el hermano... La mano del que lo tiene
todo, se parecería al del que no tiene nada.. :
Si el hombre
sonriera más, si utilizara más ese "don" único que le regala la
gracia de Dios, haría de la sonrisa un gran manto de amor que cubriría la
tierra, como la mejor ofrenda en el altar de la vida, porque en la sonrisa del
hombre, está ¡la sonrisa de Dios!
Autor: Llanos
Villar
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