El regalo
Si un día al despertar, encontraras al lado de tu cama
un lindo paquete envuelto con sumo esmero, lo abrirías, incluso antes de
lavarte el rostro, con curiosad de ver lo que hay dentro.
Tal vez hubiese dentro algo que no te guste. Entonces
lo guardarías pensando qué hacer con aquel regalo.
Pero si al siguiente día recibes otra caja igual y
encuentras algo que te gusta mucho (un recuerdo de alguien distante, un rico
perfume, o un ramo de flores de alguien que se acordó de ti) lo disfrutarías.
En realidad, esto ocurre diariamente, pero no lo
percibimos. Todos los días al despertar, tenemos frente a nosotros una caja con
un regalo enviado por Dios. Se trata de un día entero para usarlo de la mejor
manera posible.
A veces, viene lleno de problemas: cosas que no
conseguimos resolver, tristezas, decepciones, lágrimas. Pero otras veces viene
lleno de sorpresas, alegrías, victorias y conquistas.
Lo más importante es que todos los días, Dios envuelve
con todo cariño para nosotros, mientras dormimos, nuestro regalo: El día
siguiente.
Él acerca nuestros días, con cintas de colores, sin
importar lo que esté por venir.
Ese día, cuando despertamos, recibimos el regalo de
Dios para nosotros. No siempre nos regala Él lo que queremos o esperamos. Pero
Él siempre nos manda lo mejor que precisamos, que es de lo que merecemos .
Abre tu regalo todos los dias, agradeciendo primero a
quien te lo envio, sin importar lo que viene dentro de la caja. Sin duda Él no
se engaña en la remesa de los paquetes. Si no vino hoy lo que esperabas,
permanece a la espera.
Ábrelo mañana con más cariño, pues en cualquier
momento, los sueños y planes de Dios llegarán para ti envueltos en el regalo.
Dios no atiende nuestras voluntades, sino nuestras
necesidades.
Que tengas un día con bendiciones y sientas la
presencia de Dios, y que Su regalo te traiga mucha paz, cercanía con Dios y
sabiduría sobre lo mucho que todavia tenemos que aprender de Él y por Él.