jueves, 29 de enero de 2015

EL PAPA RECIBIRÁ EL BASTÓN DE SANTA TERESA DE AVILA

PAPA FRANCISCO RECIBIRÁ EL BASTÓN DE SANTA TERESA DE AVILA EL 11 DE MARZO DEL 2015

 


El Papa recibirá el bastón de santa Teresa de Ávila
 Fecha: 28 de Enero de 2015

El papa Francisco recibirá el bastón de santa Teresa el 11 de marzo. La Orden del Carmelo Descalzo (OCD) ha programado una peregrinación mundial "para acompañar al Papa" cuando reciba el bastón. Será durante el besamanos de ese día en la audiencia general de los miércoles, cuando salude a la peregrinación “Camino de luz” que desde el 15 de octubre está viajando por veintinueve países de todo el mundo con el bastón de la santa española de la que este año se celebra el quinto centenario.  

Asimismo, el Santo Padre dará inicio en Roma, el día 28 de ese mes --día que se cumplen los quinientos años del nacimiento-- una oración mundial por la paz que se va a extender por todo el mundo.

Los anuncios fueron hechos por el vicario general de la Orden del Carmelo Descalzo, Emilio José Martínez, durante la presentación este martes de los actos conmemorativos que se celebran en la comunidad autónoma de  Castilla y León en el 2015.
Aunque el año teresiano no vaya a contar con la presencia física del Santo Padre, como ya se anunció oficialmente la semana pasada, Emilio José Martínez explicó que “el V Centenario no era la visita del papa, sigue adelante" y, añadió que "ha estado, está y estará" como se puede ver por las iniciativas presentadas durante la rueda de prensa.

lunes, 26 de enero de 2015

EL ABUELO

EL ABUELO

El abuelo se había hecho muy viejo. Sus piernas flaqueaban, veía y oía cada vez menos, babeaba y tenía serias dificultades para tragar.

En una ocasión -prosigue la escena de aquella novela de Tolstoi- cuando su hijo y su nuera le servían la cena, al abuelo se le cayó el plato y se hizo añicos en el suelo. La nuera comenzó a quejarse de la torpeza de su suegro, diciendo que lo rompía todo, y que a partir de aquel día le darían de comer en una palangana de plástico. El anciano suspiraba asustado, sin atreverse a decir nada.

Un rato después, vieron al hijo pequeño manipulando en el armario. Movido por la curiosidad, su padre le preguntó: "¿Qué haces, hijo?" El chico, sin levantar la cabeza, repuso: "Estoy preparando una palangana para daros de comer a mamá y a ti cuando seáis viejos."

El marido y su esposa se miraron y se sintieron tan avergonzados que empezaron a llorar. Pidieron perdón al abuelo y a su hijo, y las cosas cambiaron radicalmente a partir de aquel día. Su hijo pequeño les había dado una severa lección de sensibilidad y de buen corazón.

viernes, 23 de enero de 2015

EL TRABAJO DEL PAPA FRANCISCO



EL TRABAJO DE FRANCISCO

Al Papa Francisco le gusta madrugar. En Buenos Aires se levantaba a las cuatro y media de la mañana, y dedicaba largos ratos a rezar y estudiar antes de celebrar la misa. Ahora, como Papa, tiene que descansar un poco más.

Se levanta en torno a las cinco, reza en privado y celebra cada día la misa de las siete de la mañana en la capilla de la Casa Santa Marta. Suelen concelebrar algunos sacerdotes y asisten los empleados de la Casa, aparte de grupos de invitados: los barrenderos del Vaticano, los jardineros, las telefonistas, los periodistas y los fotógrafos de «L’Osservatore Romano».

Al terminar la misa, el Papa se sienta entre los fieles en los bancos del fondo de la capilla para hacer un rato de acción de gracias en silencio por haber recibido la comunión. A los diez minutos sale de la capilla y espera en la puerta para saludar a cada uno de los asistentes. Así empieza su día.

A continuación baja a desayunar al comedor de la casa-residencia en la que vive y hace sus comidas, muy contento de vivir con medio centenar largo de personas –sacerdotes y obispos- que trabajan en el Vaticano. Lo considera mucho más vivificante que estar aislado en lo alto del Apartamento pontificio.

Uno de los primeros días de trabajo, el Papa llegó a las oficinas de la secretaria de Estado poco después de las ocho de la mañana. No había ningún monseñor ni ningún oficial. Tan sólo un bedel. Y estaban todas las luces encendidas. El Papa pregunto por qué estaban encendidas, y el bedel le contesto que «siempre se ha hecho así».

Francisco respondió que «con el dinero que se gasta de modo inútil se podría pagar el sueldo de un sacerdote», y fue apagando personalmente las luces innecesarias. El suceso circuló por la Curia vaticana como la pólvora, y ahora la gente empieza a darse cuentan de los derroches innecesarios, y a evitarlos.

Como el Papa no quiere trasladarse por ahora al Apartamento pontificio, situado en el tercer piso del Palacio Apostólico, su jornada de trabajo empieza a eso de las ocho y media en su apartamento de la Casa Santa Marta, donde recibe cada día a jefes de los departamentos vaticanos y altos responsables de la secretaria de Estado.

Para recibir visitas, en cambio, se desplaza a la biblioteca privada del Papa, en el segundo piso del Palacio Apostólico. Es el lugar habitual, donde celebraban las audiencias todos sus predecesores. Francisco sube al tercer piso, al estudio privado del Papa para rezar el Ángelus de los domingos desde la ventana habitual.

El gobierno de la Iglesia universal no se lleva a cabo en reuniones colectivas, sino en encuentros personales del jefe de cada Congregación o de cada Pontificio Consejo con el Papa. Francisco les dedica la primera mitad de la mañana, dejando para la segunda mitad las audiencias a visitantes.

El Papa tiene la sensación de que el horario del Vaticano va con mucho retraso pues en Buenos Aires comenzaba a recibir gente a las siete de la mañana.

En Roma sigue comiendo temprano y de modo frugal. Está con un poco de sobrepeso por la falta de ejercicio. Normalmente se reposa una media hora o cuarenta minutos después del almuerzo y reanuda después el trabajo que, en estos días, realiza a destajo.

Cuando por fin llegue la calma quizá asuma la costumbre de Benedicto XVI de rezar el Rosario paseando ante la gruta de la Virgen de Lourdes, en la parte alta de los jardines Vaticanos, a primera hora de la tarde. Es un lugar tranquilo y reparador.

La diferencia con Buenos Aires es que allí dedicaba la tarde a visitar parroquias o personas, mientras que ahora tiene que dedicarla a preparar homilías, y a nuevas reuniones de trabajo con sus colaboradores.

Los Papas trabajan los domingos en que, aparte del Ángelus, suele haber otras ceremonias, y dedican los lunes a recibir visitas. Su «día libre» es el martes. Cada vez que podía, Juan Pablo II se escapaba a esquiar o al menos a caminar por la montaña en las cercanías de Roma para oxigenarse un poco. Benedicto XVI, en cambio, prefería la tranquilidad doméstica: estudiar y escribir trozos del «Jesús de Nazaret».

Hasta ahora el Papa Francisco no ha tenido tiempo ni de respirar [...] Hasta ahora no se conoce su horario definitivo de trabajo pero, conociéndole, será más bien «tempranero». En contrapartida, le gusta cenar también temprano y retirarse a descansar cuando se pone el sol. La Curia vaticana tendrá que acostumbrarse a madrugar.

Juan Vicente Boo / Abc

domingo, 18 de enero de 2015

QUE POCO QUEDA PARA NUESTRO CARNAVAL TORREPEROGIL

Los Carnavales de Torreperogil se celebran desde antiguo, siendo una de las fiestas más queridas por los vecinos del municipio, que cada año esperan con ilusión la llegada de la fiestas. La tradición está tan arraigada que, durante el franquismo, continuó celebrándose pese a la prohibición oficial. El protagonista del Carnaval torreño es el mascarote, es un personaje propio que vestido con ropas viejas, reprende a los vecinos, criticando de forma jocosa los hechos más destacados del año. Otra tradición del Carnaval es el Entierro de la Sardina. La celebración del carnaval varía su fecha, dependiendo de la Semana Santa.